Hoy volvemos a continuar con
los conceptos, esta vez para definir lo que es una dieta restrictiva definiéndola como aquella en las que la ingesta
calórica es igual o inferior a las necesidades calóricas basales, es decir, el
gasto energético del organismo en reposo, pero además pueden restringir algún
macronutriente (los macronutrientes son los hidratos de carbono, proteínas o
grasas).
Las dietas restrictivas, suelen ser dietas comerciales,
autoinformadas, aunque también hay por ahí mucho que se llaman profesionales y
las ponen sin ningún conocimiento. Además este tipo de dieta supone un riesgo para la salud del individuo y
que a largo plazo según estudios recientes contribuyen al posterior desarrollo
de alteraciones del comportamiento
alimentario, y al posterior aumento de peso, entendiendo por tanto, que
aunque sea una dieta restrictiva es una factor de riesgo para el sobrepeso y la
obesidad (Haines y Neumark-Sztainer, 2006; Spear, 2006).
Ejemplos de lo anterior, son
los que muchos vemos en consulta, clientes que llevan toda la vida a dieta,
pero se la prescriben ellos, pero que acuden a consulta porque esta dieta que llevaban
dejó de funcionar y cada vez pesan más; también son ejemplos los clientes que
acuden a consulta y te dicen que comen muy poco y realmente comen muy poco,
pero tenemos el gen ahorrador que lo que hace es quemar menos, disminuye la
tasa metabólica en reposo y listo, pero en el momento en el que ingerimos algo
diferente a lo poco que introducimos nuestro organismo lo almacena, entiende
que hay que almacenar para periodos de escasez.
Son quizás los más numerosos,
los casos de clientes que acuden a consulta con un más que sobrepeso u obesidad
importantes y que te dicen que ellos se han controlado siempre, han hecho sus
dietas de temporada (típica de la alcachofa, de la naranja y del tipo), que en
2 semanas han perdido barbaridades de peso, pero que ahora no lo bajan.
A mí de todos estos los que más me preocupan son nuestros
adolescentes, entre los cuales según un estudio de Calderon et al. 2004 los adolescentes que presentan sobrepeso
realizan menos comidas principales que los que presentan normopeso y esto es dado a la preocupación por la
delgadez y que se creen que así están haciendo dieta. Hay otros estudios que además corrovoran un aumento
del IMC en adolescentes que no desayunan a diario (Affenito et al., 2005;
Barton et al., 2005; Timlin, Pereira, Story y Neumark-Sztainer, 2008; Tin, Ho,
Mak, Wan y Lam, 2011) práctica bastante extendida.
Aún recuerdo mis primeros años de carrera de enfermería, en
los cuales tenía compañeras que te decían que ellas no desayunaban, y fumaban
un montón “porque el tabaco quita el hambre”, increíble no? Y más siendo una
carrera sanitaria…. Pero es que la imagen para muchos lo es todo… A día de hoy
esas chicas no tienen mejor aspecto que otras y no están tan delgadas como
estaban, ni mucho menos.
Además
las dietas restrictivas, suponen una carencia nutrional que afecta
a todo, desde la concentración en el trabajo, a la fertilidad, a la aparición
de patologías de diferente índole, y al desarrollo de forma importante, sobre
todo en población infantil y adolescente, etapas ambas más que contrastadas en
las que el metabolismo basal es más elevado debido a la formación de tejido (Puigdomènech,
2004), pero y esto…. Si no se están aportando los nutrientes necesarios y el
metabolismo basal está aumentado…. Pues el organismo que es muy inteligente
mantiene el gasto de las funciones básicas y vitales, el resto se ve mermado,
entre ellos el crecimiento y desarrollo hormonal.
A esto anterior decir que las revisiones de la Canadian
Paediatric Society (2004) y O’Dea (2005) nos dice que incluso pequeñas
reducciones en la ingesta energética pueden estar asociadas con una
ralentización del crecimiento, crecimiento atrofiado, retraso de la pubertad y
la menarquia, irregularidades en la menstruación y amenorrea secundaria, pues es
a tener en cuenta.
Dicho todo esto, advertir….. ojito con el “profesional” al
que acudís vosotros o con vuestros hijos,
se trata de comer bien y eso se consigue con una correcta educación nutricional
y hábitos alimentarios correctos.
¿Empezamos?
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