Hoy un día especial quiero
compartir con vosotros un concepto, ahora que tan arraigada puedo estar a ellos
y que tantas emociones intento exprimirles, tan cerca y tan lejos del apego a
todo lo que tenemos y con las inmensas ganas de ayudar si puedo en algo, de
contribuir a que tengamos más paz y que podamos aumentar el conocimiento en
esta era informativa del escaneo visual, de la elección auditiva, que también
podamos elegir cómo nutrirnos y cómo llamar a este acto de nutrirnos, me parece básico.
Quiero hablaros del concepto de
dieta:
-
Según la Wikipedia, nuestro gran diccionario
internaútico, “Una dieta es el conjunto de nutrientes que se
ingieren durante el consumo habitual de alimentos” Según la Wikipedia el
término lo aplicamos en el ser humano a “la práctica de restringir la ingesta
de comida para
obtener sólo los nutrientes y la energía necesarios, y así conseguir o
mantener cierto peso corporal”
-
Si vemos en la RAE, obtenemos los mismos
significados de dieta, “conjunto de sustancias que se ingieren como alimento”,
“Privación completa del comer” o “Régimen que se manda a enfermos o
convalescientes en el comer o beber”.
Grandes significados para una gran palabra a la que atribuir muchas
sensaciones y emociones tantas como significados tiene.
Para mí es importante que se tenga en cuenta de los conceptos
anteriores que se utiliza la palabra dieta también para referirse a una
alimentación normal.
Voy
a pararme en la siguiente definición de dieta: “restricción intencional y sostenida de la ingesta calórica con la
intención de perder peso o controlarlo” dada por Herman y Mack, 1975; Wilson, 2002. Los
intentos de perder peso o de controlarlo pueden responder a un abanico de
comportamientos muy variados, sean estos saludables, no saludables o incluso
extremos y peligrosos. Estos comportamientos tanto sanos como no, estarían
englobados dentro de la dieta, y de ahí radica un punto importante a tratar en
la consulta del dietista-nutricionista por los riesgos que implican para la
salud.
Así, atendiendo a la definición
anterior, podríamos definir los tipos de dieta, según los comportamientos que
tienen lugar en ellas, siendo por tanto, saludables, no saludables, o con
comportamientos no saludables esporádicos, eventuales o puntuales; y
autodirigidas o pautadas por profesionales.
Mencionar que son numerosos los
estudios que se han realizado en cuanto a la relación de las dietas con los TCA
(trastornos del comportamiento alimentario) y obesidad.
Estadísticamente la situación
de nuestro país:
- En Granada, un estudio realizado con una muestra de
adolescentes de 14 a
18 años con normopeso encontró que el 9% de las chicas seguían dietas
restrictivas, un 41% evitaban ingerir algún tipo de alimento y el 46%
presentaban alguna alteración de la conducta alimentaria (Rodríguez et al.,
2001).
- Otro estudio
realizado en España (Sánchez-Carracedo, Fauquet, López-Guimerà y Barrada, 2010)
ha encontrado que el 40% de las chicas adolescentes y el 32% de los chicos
habían realizado conductas saludables de control del peso en el último año
(comer más frutas y verduras, reducir el consumo de alimentos ricos en grasas,
hacer más ejercicio o comer menos dulces). El 28% de las chicas y el 11% de los
chicos habían realizado conductas no saludables (ayuno, uso de alimentos
sustitutivos, fumar más, comer muy poco, saltarse comidas) y/o extremas (uso de
laxantes, uso de diuréticos, vómitos, uso de fármacos), y sólo un 33% de las
chicas y un 57% de los chicos no habían practicado ninguna conducta de control
del peso. La conducta saludable más practicada por las chicas era comer menos
dulces (49%), y por los chicos hacer más ejercicio (30%). Comer muy poco (19%
de las chicas y 6% de los chicos) y saltarse comidas (15% de las chicas y 4% de
los chicos) eran las conductas no saludables más practicadas. El vómito era la
conducta extrema de control del peso más practicada por las chicas (3%),
mientras que en chicos la práctica de estas conductas era prácticamente
insignificante. La práctica de este tipo de conductas extremas parece ser más
frecuente en otros países como EEUU, con cifras que alcanzan el 22,1% de las
chicas y al 6,5% de los chicos (Neumark-Sztainer, et al., 2007).
Aún viendo todos los datos
anteriores y con la alarma sanitaria que estos nos dan, podríamos decir que los
datos estadísticos de los estudios pueden ser variables en función del tipo de
estudio que se realice (prospectivo, experimental), dado las ventajas e
inconvenientes que cada tipo de estudio posee, y de que la definición del
término dieta es bastante general.
Llegados a este punto creo que
es preciso diferenciar entre dieta y dieta restrictiva, a esta última como
aquella en la que la ingesta calórica es igual o inferior a las necesidades
calóricas basales, es decir, el gasto energético del organismo en reposo, pero
también pueden ser las además o sólo restringen algún macro nutriente (hidratos
de carbono, proteínas o grasas).
Con todo esto resaltar, que hay
muchos tipos de dietas como hemos visto antes y que no todos son adecuados, y
por supuesto tampoco equilibrados, etc. Hay que tener mucho cuidado además
porque las consecuencias de estos tipos de dietas no adecuados en los países
desarrollados, ya no hablamos de los países en vías o subdesarrollados donde la
escasez y la hambruna es la predominante, no, en nuestros países desarrollados
el porcentaje de patologías relacionadas con dietas inadecuadas aumenta anualmente
en porcentaje y en número.
En esta semana escribiré sobre que es una dieta restrictiva y sus
consecuencias, algo que es muy habitual que te diga tu amigo, tu vecino o quien
sea que se está autodirigiendo porque la ha visto en una revista o como ahora parece de moda, se ha comprado el libro y que le va genial, mi objetivo, desmontarlas.
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