Alimentarse
es el acto consciente y voluntario de ingerir alimentos con el fin de nutrirse,
es decir es la elección, obtención, preparación y trasformación de los
alimentos.
¿Pero
que debemos de comer?, ¿todos los tipos
de alimentación son normales?, ¿y sanos?.
Evidentemente
no todos los tipos de alimentación adquiridos por un individuo son normales, ni
sanos.
Si
atendemos a la definición de normal,
hablamos de un tipo de alimentación que
sirve de norma o regla, o que se ajusta a unas normas prefijadas de
antemano, y por tanto, no todas las pautas alimentarias individuales son
normales, porque no podríamos decir por ejemplo, que todas siguen las
recomendaciones de una sociedad de nutrición en concreto.
Y
si hablamos de una alimentación sana
como aquella que permite un correcto
funcionamiento del organismo, tampoco todas las pautas alimentarias son
sanas, pudiendo ser ejemplo de ambas los TCA o trastornos del a conducta
alimentaria.
Al
desarrollar el término de alimentación normal y revisar la bibliografía
correspondiente se observa que no hay un acuerdo generalizado de que podemos
decir que es una alimentación normal, pero que podemos enumerar que una dieta normal es:
-
Comer algo al
menos tres veces al día,
-
Comer mas de
lo que sientes necesidad comer en ocasiones (comer en exceso),
-
Comer menos de
lo que necesitas otras veces,
-
Comer más de
los alimentos que te gustan cuando puedes elegir,
-
Comer menos de
los alimentos que te gustan por que sabes que los puede comer en el futuro,
-
Comer o no
comer en ocasiones porque te sientes infeliz, mal o tenso,
-
Comer todo
tipo de alimentos sin sentirte culpable,
-
Comer de una
manera flexible de modo que no interfiera en tu trabajo, tu estudio o tu vida
social,
-
Comer
alimentos en la cantidad, variedad y frecuencia suficiente para evitar
atracones o comer compulsivamente gran cantidad de alimentos,
-
Comer de una
manera similar cuando comes solo o cuando comes con gente,
-
Comer en un
restaurante de “comida rápida” de vez en cuando,
-
Ser consciente
de que comer no es lo más importante en la vida pero que es importante para
tener un buen estado de salud,
-
No obsesionarse
con la planificación de las comidas diarias,
-
No restringir
ningún grupo de alimentos de manera consciente por miedo a engordar, sentimientos
de culpa, etc.
En España el acto de comer
es un acto social arraigado profundamente además de tener otras muchas
connotaciones, muchas de ellas subjetivas. La alimentación en España ha sido una de las mejores del
mundo y utilizo el verbo en pasado dada a nuestra actual tendencia a abandonar
nuestras dietas tan internacionalmente
conocidas y reconocidas por sus beneficios, hablando de la dieta general
típica española, como la mediterránea
o la atlántica, abandonándose hacia
el consumo cada vez más extendido de dietas foráneas tan ricas en grasas, sobre
todo de tipo saturadas y alimentos precocinados. Alimentarse
y alimentarse bien es fundamental, igual que también lo es el hacerlo de una
manera normal, no patológica, sana, además de variada y equilibrada.
Dejo este nota de reflexión,
espero que quién lo lea le haga reflexionar acerca de si su dieta es normal o
no, ¿o consideráis normal el hábito actual de comidas rápidas, grasientas,
precocinadas, cada vez más en auge por el ritmo de vida español? ¿O normal el
que muchas personas se sientan culpables de consumirlas por su contenido
energético una vez después de tomarlas?, ¿o que otras personas disminuyan un
grupo determinado de macronutrientes como el de los hidratos de carbono por
pensar que son “malos” y cargándose de proteínas las comidas del día?....
Podría seguir sin parar, a mí esta alimentación no me parece normal, ni sana,
por tanto la considero patológica y lo peor aún es que es la tendencia actual
en nuestro país.
El ritmo de la sociedad nos está llevando a un abismo alimentario. Mantener una alimentación sana es costosa y requiere de un tiempo que cada vez es más escaso. El ser humano se está volviendo impaciente, quiere las cosas aquí y ahora, lo cual, a mi parecer, se refleja en la alimentación.
ResponderEliminarTodo ello sin contar que el ser humano es un ser social por naturaleza y el "desarrollo" de la sociedad con todo lo que eso implica nos impulsa a ser asociales, lo cual creo que influye enorme y negativamente sobre las necesidades básicas, siendo la alimentación una de ellas.
Si, Patricia, creo que el ritmo de nuestra sociedad nos lleva a hacer comidas cada vez menos elaboradas, comer más alimentos precocinados ricos en sodio, y grasas saturadas entre otros, y que eso lo único que contribuye es a aumentar el ambiente obesogénico en el que nos encontramos. Además de los malos hábitos dietéticos que tenemos y que estamos enseñando a nuestros hijos. Ojalá algún día vuelva a España la dieta mediterránea tal cual la conocía mi abuela, mujer sabia, pero sin necesidades. Un saludo y gracias por tu comentario.
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